Muchas personas están convencidas de que la salud es una cuestión externa, que escapa a nuestro control, como si fuera una cuestión de azar que unas personas enfermen y otras no. A menudo, inconscientemente, no queremos relacionar el estado de nuestra salud con nuestra forma de vida, ya que esta toma de conciencia implicaría realizar cambios inconvenientes e incómodos. Sin embargo, vale la pena creer que usted es responsable del estado de su propio cuerpo y que todo cambio, incluso el más pequeño, empieza en su mente.