En medicina, el estreñimiento significa una frecuencia demasiado baja de las deposiciones o heces duras que se expulsan con esfuerzo, acompañadas de una sensación de defecación incompleta. La frecuencia de las deposiciones con estreñimiento es de una media de tres por semana. Una defecación normal debería ser diaria o cada dos días. El estreñimiento es más frecuente en las mujeres que en los hombres.

La incidencia aumenta con la edad. En medicina se distinguen dos tipos de estreñimiento: atónico y espástico. El estreñimiento atónico está causado por un peristaltismo intestinal lento, mientras que el estreñimiento espástico provoca contracciones intestinales excesivas que impiden la defecación.

El estreñimiento puede diagnosticarse por sí solo con bastante facilidad. Los síntomas que acompañan al estreñimiento son: dolor abdominal, pérdida de apetito, náuseas y flatulencia, sangrado durante (o después) de la defecación, ardor en el ano durante la defecación.

Cuando no estamos seguros, podemos acudir al médico para que nos haga un diagnóstico. Para ello, el médico realizará pruebas como un tacto rectal (realizado con el dedo), un estudio con contraste del colon, pruebas con espéculo (colonoscopia, rectoscopia) y pruebas de laboratorio (morfología).

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Las causas más comunes del estreñimiento son:

• Factores dietéticos: ingesta insuficiente de fibra, ingesta insuficiente de líquidos, comidas demasiado escasas
• Poca actividad física , inmovilización
• Medicación (incluidos los suplementos dietéticos: hierro, calcio).
• Enfermedades: diabetes mellitus, cáncer colorrectal, hipotiroidismo, hipercalcemia, hipomagnesemia, uremia, cardiopatías
• Factores psiquiátricos: depresión, ansiedad, demencia
• Intoxicación por metales pesados

En las mujeres embarazadas, las hormonas progesterona, secretina, glucagón, que ralentizan el peristaltismo intestinal, son responsables de la causa del estreñimiento.