Publicidad:

El entorno educativo y el problema del sobrepeso y la obesidad en niños y adolescentes

Puedes leer este texto en 6 min.

El entorno educativo y el problema del sobrepeso y la obesidad en niños y adolescentes

ojoimages

Familia

El lema de la Organización Mundial de la Salud "La salud empieza en casa" hace hincapié en el papel de la familia en la formación y protección de la salud de sus miembros.

Publicidad:

La familia es la unidad social básica: comparte la responsabilidad de la salud de sus miembros, ya que es una de las estructuras sociales más antiguas y sólidas. Los miembros de la familia están unidos por características genéticas, medioambientales y morales.

La salud familiar es un concepto más amplio que la suma de la salud de sus miembros. Esto se debe a que tiene en cuenta el papel de las interacciones psicológicas, sociales y sanitarias entre sí, incluidas las relaciones entre los miembros individuales en la llamada familia nuclear (padres e hijos).


Foto: ojoimages

Especialmente importante desde el punto de vista psicopedagógico es la satisfacción de las necesidades emocionales, es decir, el amor, la pertenencia, la comprensión, el intercambio de sentimientos, el reconocimiento y el respeto, y la sensación de seguridad.

La satisfacción de las necesidades del niño depende de la actitud afectiva de los padres hacia él, es decir, de las actitudes parentales. Ciertos tipos de actitudes favorecen el desarrollo mental del niño, mientras que otros lo impiden y tienen un impacto negativo en el desarrollo de su personalidad.

Las investigaciones de M. Ziemska demuestran que la aceptación del niño por parte de los padres, el reconocimiento de los derechos del niño, su actitud afectuosa hacia él y su apoyo psicológico tienen un impacto positivo en el desarrollo emocional, social e intelectual del niño, fomentando, entre otras cosas, su capacidad para expresar sentimientos, establecer vínculos afectivos duraderos, así como su independencia y responsabilidad.

Por otro lado, una actitud paterna estricta hacia el niño, una contención y un castigo excesivos, combinados con una falta de aceptación y de calidez emocional, tienen un impacto negativo principalmente en el desarrollo psicosocial del niño.

El resultado de tales interacciones puede ser una incapacidad para formar vínculos afectivos duraderos, desconfianza y miedo a los demás, así como dificultades de adaptación, reacciones neuróticas e incluso problemas de peso (sobrepeso, obesidad).