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El camino hacia el éxito en la pérdida de peso

Monika Bak-Sosnowska, Doctora Departamento de Psicología SUM, Clínica Primodium de Katowice

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El camino hacia el éxito en la pérdida de peso

Panthermedia

Pérdida de peso

El autor expone los factores que favorecen la pérdida de peso y los que la dificultan.

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Puedo ser yo misma pese lo que pese

Los seres humanos son criaturas sociales, lo que significa que necesitan a otras personas para mantenerse sanos y bien. Por eso las expectativas u opiniones de los demás influyen en cómo pensamos sobre nosotros mismos y nos comportamos, pero también en nuestro aspecto. La apariencia y la salud son aspectos importantes de las relaciones humanas. La sociedad y la cultura establecen normas de belleza; desviarse de ellas puede provocar sentimientos de culpa, sentirse "inferior" y la necesidad de compensar los sentimientos de inferioridad con otras cualidades socialmente deseables, por ejemplo, la sumisión o una amabilidad exagerada. A menudo se observa que las personas con sobrepeso, antes descritas como "hasta el cuello", cambian en sus relaciones con otras personas cuando empiezan a perder peso. Se vuelven más seguras de sí mismas y es más probable que digan que no o que no estén de acuerdo. Aunque a veces esto se explica maliciosamente por la sensación crónica de hambre, se debe a un aumento de la autoestima y a una mayor preocupación por las propias necesidades. Merece la pena examinar sus relaciones con los demás y las creencias que influyen en su comportamiento hacia ellos. Merece la pena reforzar la autoestima y asegurarse de que no cambia automáticamente incluso con un ligero cambio de peso o de aspecto exterior. Cuanto más alta y estable sea la autoestima, más fácil le resultará a una persona hacer frente a la adversidad y tener éxito.

Estoy preparado para el cambio

Una de las experiencias más difíciles para la psique humana es la decepción, una situación en la que la realidad no alcanza los planes, promesas o expectativas anteriores. La decepción puede desanimar a la gente a vivir la vida y provocar una falta de fe en sí mismos y en los demás. Perder peso siempre implica el riesgo de la decepción, porque es imposible predecir con certeza cómo irá y cuál será el resultado. Por lo tanto, al intentar perder peso, merece la pena tener en cuenta sus propias expectativas, que tienen un gran impacto en el resultado del tratamiento. Merece la pena comprobar si son en absoluto alcanzables y si resultan reforzantes y motivadoras o debilitantes. Desarrollar expectativas constructivas sobre la pérdida de peso desde el principio aumenta enormemente las probabilidades de éxito. La decisión de cambiar siempre incluye un elemento de riesgo. Sin embargo, sin disposición y apertura a nuevas experiencias, es difícil comprometerse por completo. Puede decirse que los efectos de la acción son proporcionales al compromiso.

foto: shutterstock

Si quiere un éxito del 100% arriésguese y comprométase al 100% con sus nuevas actividades. Perder peso con éxito es algo más que seguir una dieta: se trata de cambiar su actitud hacia sí misma. ¿Está lista/preparado para ese cambio? ¿Está preparada/preparada ahora mismo? Responder a estas preguntas con sinceridad le ayudará a ahorrar tiempo y energía si aún no es el momento adecuado, y a realizar los cambios, si ya es lo suficientemente maduro para hacerlo. Saber que realizar cambios en su vida es un proceso le ayudará a calmarse y a comprenderse mejor a sí mismo, por ejemplo, en lo que se refiere a los comportamientos irracionales o al llamado "hacerse un favor a sí mismo".

Un menor peso corporal es beneficioso para mí

El objetivo más obvio que nos viene a la mente cuando empezamos a perder peso es conseguir el número correcto en la báscula, posiblemente una determinada talla de ropa. Fijarse un objetivo de este tipo es muy importante, ya que marca una dirección y le permite comprobar si sus esfuerzos tienen éxito. Sin embargo, esto no es suficiente para mantener los efectos del tratamiento más adelante. Para ello, necesita construir una visión amplia del cambio, en la que el peso corporal sea sólo un elemento. Por lo tanto, merece la pena plantearse qué cambios queremos en general: en relación con la pérdida de peso, pero también independientemente de ella. ¿Cuál debería ser el objetivo final del esfuerzo? Las siguientes preguntas pueden ayudar: ¿Qué aspecto quiero tener? ¿Cómo quiero sentirme? ¿Cómo quiero pensar sobre mí misma? ¿Cómo quiero organizar mis relaciones con otras personas? ¿Qué quiero hacer de forma diferente o distinta a como lo hacía antes? ¿Cómo quiero cuidarme? Para iniciar cambios beneficiosos y perseverar en ellos, es necesario tener la convicción interior de que estas acciones tienen sentido y son beneficiosas en un futuro próximo y lejano. Si uno no hace tal discernimiento consigo mismo, se produce una situación en la que el cambio sólo existe en la esfera de las declaraciones, de los planes, mientras que la llamada resistencia interna impide la acción real. Eliminar este conflicto interno puede denominarse coloquialmente llegar a un acuerdo con uno mismo.