El cuidado de las manos es muy importante en la higiene diaria. A menudo están expuestas a muchos factores nocivos como el agua contaminada o los productos químicos.
Como resultado, nuestras manos se agrietan, se agrietan, se secan o se lesionan. Es importante protegerlas para prevenir los efectos de factores indeseables. El primer paso para mantener las manos en buen estado es limpiarlas.
Deben lavarse con agua tibia, utilizando jabones neutros o ligeramente ácidos. No se lave las manos con demasiada frecuencia, ya que esto las reseca. Entonces se destruye el manto lipídico protector, lo que supone una apertura para los agentes nocivos y muchas bacterias que causan enfermedades cutáneas. Para evitarlo, hay que lubricar las manos con cremas nutritivas después de cada lavado. Las cremas contienen los ingredientes adecuados para el cuidado de las manos según su función.
Para la piel seca, las cremas deben ser untuosas. Contienen en su composición, entre otros, glicerina, silicona, aceites minerales, parafina. Su función es nutrir, lubricar e hidratar adecuadamente la piel. No provocan astringencia ni pegajosidad. Son ideales para proteger las manos de las tareas domésticas. Los guantes de protección desempeñan un papel importante en el cuidado de las manos. Previenen las microlesiones y proporcionan una barrera protectora contra el contacto con el agua y los productos químicos. Por ello, es importante utilizarlos en las tareas domésticas.
Los baños o envolturas de parafina tienen un efecto beneficioso para la salud de nuestras manos. La parafina está disponible en forma de crema y puede adquirirse en cualquier tienda de belleza.