Las infecciones fúngicas son frecuentes y pueden afectar a diversas zonas del cuerpo, como la piel, las uñas, la boca y los genitales. El tratamiento de estas infecciones suele requerir el uso de agentes antifúngicos adecuados, tanto por vía tópica como oral. Existen diferentes tratamientos que pueden utilizarse en función del tipo y la localización de la infección fúngica.
Publicidad: