Preparar la cena y cuidar de su hijo al mismo tiempo no es tarea fácil. Basta un momento de falta de atención para que unas manitas curiosas se metan en un horno caliente o empiecen a juguetear con las asas del horno. Por eso, a la hora de elegir los electrodomésticos, merece la pena prestar atención a las soluciones que minimizan los peligros de la cocina que acechan a los pequeños exploradores.
Detenga las quemaduras
En el caso de los hornos, la característica de seguridad básica y más común que señala el funcionamiento del aparato es el interior iluminado. Sin embargo, aunque puede ser fácil explicar a un niño de cinco años que no se debe tocar el aparato en esta situación, un niño de dos años no entenderá el peligro. Por ello, una solución útil que se encuentra en los hornos modernos es el sistema de puerta fría.
Utilizando las propiedades aislantes de hasta cuatro cristales termorreflectantes, la puerta del horno se mantiene siempre fría, incluso cuando la temperatura del interior alcanza su máximo. Como resultado, tocar el cristal de un aparato encendido no provoca quemaduras.
"Para garantizar una mayor seguridad de los niños en la cocina, también merece la pena cambiar una cocina de gas tradicional por una moderna placa de inducción. La superficie de una placa de este tipo no se calienta y el calor sólo se encuentra en el recipiente de cocción. Si un niño toca la placa de cocción con la mano, no hay riesgo de quemaduras. El aparato, aunque esté encendido, sólo entra en funcionamiento cuando se coloca sobre él una olla metálica (sartén, cacerola, cafetera, etc.).
Foto: ojoimages
Si deja distraídamente un objeto pequeño (por ejemplo, una cuchara) sobre ella, no empezará a calentarse. Por eso, las placas de inducción son las más seguras para las familias con niños pequeños", afirma Alina Chemperek-Gumiela, representante de Candy Polska, fabricante de electrodomésticos.
