Si vive cerca de una carretera con mucho tráfico, puede que con el tiempo se acostumbre al ruido. Sin embargo, es menos fácil que su cuerpo se acostumbre al ruido y a la contaminación, lo que puede tener un impacto muy negativo en su salud. Vivir junto a una carretera con mucho tráfico puede aumentar el riesgo de demencia, según han concluido investigadores de Canadá.
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