La psoriasis es una enfermedad de la piel, la diabetes en cambio es una entidad asociada a una función pancreática anormal y a alteraciones de la glucemia. En teoría, se trata de afecciones completamente separadas, pero en la práctica tienen mucho en común: resulta que la psoriasis puede favorecer la diabetes y, además, en un número relativamente elevado de pacientes, ambos problemas coexisten.
Publicidad: