Clásicamente se mencionan factores que agravan el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, como un peso corporal excesivo, la diabetes o una tensión arterial demasiado alta. Sin embargo, dado que las enfermedades cardiovasculares siguen siendo una de las principales causas de muerte en el ser humano, se buscan constantemente factores de riesgo. No es raro que estas afecciones se asocien a anomalías que no se sospecharían: según un estudio reciente, la pérdida del embarazo puede aumentar el riesgo de enfermedad cardiovascular.
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