A nadie le gusta un sonido de bofetada, gruñido o tirón de nariz. Sin embargo, hay personas a las que esos sonidos les provocan pánico, asco e incluso agresividad. Se trata de personas que odian patológicamente ciertos ruidos.
Publicidad:
Puedes leer este texto en 1 min.
ojoimages
Colapso, depresión