En teoría, lamenopausia y el síndrome del intestino irritable son dos problemas que no están relacionados, pero en la práctica resulta que tienen denominadores comunes. Las hormonas sexuales femeninas afectan al funcionamiento del tracto gastrointestinal; por ello, cuando una paciente está en la menopausia, puede experimentar diversas molestias gastrointestinales, así como un aumento de los síntomas del síndrome del intestino irritable.
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