La paradoja francesa hace referencia a un fenómeno observado en los últimos años. La dieta francesa es una dieta rica en grasas en la que se consumen regularmente cantidades moderadas de vino tinto. A pesar de ello, el riesgo de enfermedades cardiovasculares en los franceses es un tercio menor que en los estadounidenses. Los científicos lo explican por la presencia de compuestos fenólicos (resveratrol) y flavonoides (quercetina) en el vino tinto.
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