La tolerancia a la glucosa de nuestro organismo varía en función de la hora del día, según ha confirmado un estudio realizado por investigadores de Harvard. Resulta que no sólo importa lo que comemos, sino también cuándo lo hacemos. En efecto, la tolerancia a la glucosa es menor por la noche y mucho mejor por la mañana. No tener en cuenta esta característica del organismo puede ser fatal y conducir a la diabetes, lo que es especialmente importante en el contexto de los trabajadores que realizan un trabajo por turnos, lo que altera el ritmo biológico diario.
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