Seguramente ha habido días en los que, tras una noche en vela, nos hemos sentido poco compasivos con el mundo que nos rodea. En principio, esto no es ninguna sorpresa: al fin y al cabo, necesitamos dormir para descansar, por lo que es posible que simplemente no nos sintamos bien cuando nos falta el sueño. Ya se sabe mucho sobre el impacto del insomnio en la salud, pero los especialistas del Instituto Karolinskade Suecia decidieron examinar más de cerca cómo podría estar relacionado con las emociones .
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