Normalmente los labios son de color rosáceo, pero puede ocurrir que los labios de una persona adquieran un tono azulado o marrón o se vuelvan extremadamente pálidos. Si esto ocurre con poca frecuencia y durante poco tiempo, no suele ser motivo de preocupación. Sin embargo, no es así si el cambio de color de los labios persiste durante un largo periodo de tiempo, ya que puede estar relacionado con una cianosis, una anemia ferropénica o una alergia, o puede ser un efecto secundario del uso de determinados fármacos por parte del paciente.
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