La vaginosis bacteriana es una entidad asociada a molestias como picor vaginal y flujo con un olor desagradable característico. Esta afección se trata con terapia antibiótica, que permite eliminar los molestos síntomas incluso en un periodo de tiempo relativamente corto. Sin embargo, el problema de la vaginosis bacteriana es que la afección tiende a reaparecer. Debido a este riesgo, varios investigadores han estado trabajando para desarrollar métodos que reduzcan el riesgo de reaparición de la vaginosis bacteriana. Uno de ellos, en Estados Unidos, evaluó la eficacia de un preparado que contenía la bacteria Lactobacillus crispatus CVT-05. Se pensó que estos microorganismos eran útiles para reducir el riesgo de vaginosis bacteriana, ya que su presencia en la vagina se asocia a la producción de ácido láctico, que puede inhibir la proliferación de bacterias patógenas.

Todas las pacientes con vaginosis bacteriana que participaron en el estudio fueron tratadas con metronidazol. Algunas de ellas recibieron además un preparado vaginal que contenía bacterias beneficiosas, mientras que otras recibieron un placebo. Al cabo de 12 semanas, la vaginosis bacteriana recayó en el 30% de las usuarias de probióticos, mientras que el 45% de las que recibieron placebo recayeron. Es importante destacar que el uso de los preparados de bacterias beneficiosas no se asoció a ningún efecto negativo en la salud de las pacientes que lo tomaron.