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Tratamiento quirúrgico de la incontinencia urinaria.

Dr. Przemysław Chimiczewski

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Tratamiento quirúrgico de la incontinencia urinaria.

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Cirugía

Este artículo ofrece una breve visión histórica del tratamiento quirúrgico de la incontinencia urinaria. Analiza las tendencias y métodos actuales del tratamiento moderno de esta afección.

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Incontinencia urinaria de esfuerzo

La incontinencia urinaria es una de las enfermedades crónicas más comunes de la mujer. La etiopatogenia multifactorial da lugar a múltiples formas de esta enfermedad. La más común es la incontinencia urinaria de esfuerzo (IU), que se caracteriza por la pérdida de orina durante un aumento de la presión intraabdominal. El diagnóstico preciso del tipo de incontinencia es fundamental para la elección del tratamiento y su resultado.

Tratamiento

La terapia de la IU se basa en el supuesto de que la causa de esta afección es un defecto anatómico adquirido en los tejidos que proporcionan la estabilidad y las relaciones espaciales adecuadas de los órganos pélvicos. Por lo tanto, un requisito previo para el éxito del tratamiento correctivo de la IU es el restablecimiento de la anatomía del tracto urinario inferior.

La primera operación utilizada para tratar la IU fue la operación de Kelly (1945). La tasa de éxito de esta operación fue de aproximadamente el 50%.

Losprocedimientos con aguja (Pereira, Raza, Stamey, Gittes) tienen una tasa de éxito más elevada, pero están plagados de un elevado número de complicaciones y de una técnica de realización complicada.

La inyección uretral y la implantación de un esfínter uretral artificial se utilizan en una minoría de pacientes tras el fracaso de otras técnicas quirúrgicas.

Las operaciones que mejor restauran el aparato ligamentoso uretral dañado son los procedimientos con un acceso acodado (por ejemplo, el método de Burch) y las operaciones en asa (por ejemplo, TVT, IVS, TOT).

Everard Williams (1947) fue el primero en publicar los detalles de la cirugía de suspensión de la vejiga desde un acceso extravesical. Marshall, Marchetti y Krantz (1949) describieron una operación similar. En este método, el cuello de la vejiga debe liberarse del załon de acceso, se colocan dos o tres suturas en la pared vaginal a los lados de la uretra y, de abajo arriba, se anclan en el periostio a ambos lados de forma que, al anudarlas, eleven la uretra y el cuello de la vejiga hacia la cara posterior del hueso púbico. Marchetti utilizó suturas adicionales para el cuello de la vejiga y las pasó a través del músculo recto inferior del abdomen como soporte adicional.

Las cistouretroectomías más utilizadas en la actualidad incluyen la técnica de Burch y la de Hisch. En la operación de Burch, se preservan el cartílago y el periostio de la sínfisis púbica, ya que la fijación de la fascia vaginal y uretral se produce en los ligamentos de Cooper (ligamentos de la cresta ilíaca) unos centímetros laterales a la cúspide púbica. La apertura del espacio prevesical y la visualización de los tejidos transvaginales en las bóvedas vaginales laterales corresponden a la gestión de la operación de Marshall, Marchetti y Krantz.

En la operación de Hirsch, las fibras de la fascia vaginal deben fijarse a la fascia obturatriz en una zona amplia. La fijación se realiza sin la alta tensión desfavorable (que se encuentra en el método de Burch).