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Tortícolis congénita - qué es y cómo tratarla parte 1.

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Tortícolis congénita - qué es y cómo tratarla parte 1.

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La alegría del niño

La tortícolis congénita es un trastorno estructural en el que la cabeza y el cuello se sitúan en una alineación anormal y forzada de estas partes del cuerpo. El diagnóstico precoz y la aplicación de un tratamiento terapéutico son muy importantes, ya que en la mayoría de los casos es posible incluso revertir completamente los síntomas. Existen varias terapias disponibles, algunas mejores y otras de dudosa reputación, pero si ninguna de ellas funciona, es necesaria la intervención quirúrgica.

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Tabla de contenidos:

  1. Causas
  2. Diagnóstico
  3. Terapia y tratamiento

Elcuello torácico puede clasificarse tanto como un trastorno adquirido como congénito. Cualquiera que sea su causa, tiene un impacto significativo en la postura y las habilidades motoras del niño, provocando un retraso en su desarrollo motor. Si el trastorno se diagnostica pronto y con precisión, y el proceso de tratamiento se pone en marcha de inmediato, hay muchas posibilidades de que los síntomas y las limitaciones desaparezcan. Hay muchas menos posibilidades de curación en los casos de formas graves, en las que el síntoma adicional es un tumor en el músculo esternocleidomastoideo (MOS). En ese caso, el pronóstico de regresión de los síntomas del paciente se reduce considerablemente, y también pueden ser necesarios tratamientos invasivos [1].

La tortícolis, otortícolis, es un trastorno estructural que se manifiesta mediante un posicionamiento forzado específico de la cabeza y el cuello -flexión lateral en el plano frontal y rotación del mentón en el plano transversal- hacia el lado opuesto. Se acompaña de una limitación significativa de la movilidad, y el posicionamiento forzado de la cabeza se asocia a la elevación del brazo del lado en el que se produce la tortícolis [1].

La tortícolis puede ser un fenómeno adquirido - cuando es el resultado de una inflamación de los ganglios linfáticos, las amígdalas, la médula ósea, o el resultado de anomalías neurológicas, así como de trastornos relacionados con los órganos sensoriales. Ocasionalmente, existe una situación en la que la tortícolis es el resultado de lesiones neoplásicas o paraneoplásicas.
El trastorno también puede ser congénito, como resultado de lesiones en el músculo MOS, las vértebras cuneiformes o en casos de trastornos vertebrales múltiples.

Causas

Los especialistas dividen las causas de este fenómeno patológico en tres grandes grupos. En cuanto a las causas musculoesqueléticas, se refiere a cambios y trastornos dentro del MOS, pero el mecanismo en sí no se entiende ni se explica del todo hoy en día. Se cree que el desarrollo de tortícolis por esta causa es el resultado de trastornos de compresión de los tejidos blandos que conducen al desarrollo de un síndrome compartimental fascial, una miositis infecciosa o un traumatismo perinatal que provoca la rotura de las fibras musculares del MOS, lo que da lugar a la formación de un hematoma seguido de una fibrosis de los tejidos dañados. La propia fibrosis también puede tener otra causa, a saber, la posición fetal asimétrica prolongada también puede tener este efecto.

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Tortícolis cervical, foto: panthermedia

Diagnóstico

El diagnóstico propiamente dicho suele producirse en los tres primeros meses de vida, y los síntomas pueden manifestarse ya en el nacimiento o aparecer hasta las cuatro semanas. La división actual en tres tipos, evolucionó a partir de la división en dos tipos - tortícolis asociada y sin presencia de tumor. Hoy en día, se utiliza la división en tres tipos. El primer tipo es la forma benigna, que se manifiesta por una posición forzada de la cabeza y una alineación del cuello sin restricción de la movilidad pasiva. La forma muscular se asocia a una posición forzada con restricción de la movilidad pasiva y acortamiento del músculo MOS [1]. La tortícolis de origen muscular es el resultado de una contractura del MOS, de ahí la necesidad de un manejo terapéutico precoz, ya que puede evitarse el tratamiento quirúrgico [2].

Laforma grave es la presencia diagnosticada de un engrosamiento del músculo MOS asociado a la presencia de un pseudotumor y fibrosis. La restricción de la movilidad es evidente en esta situación y se requiere un tratamiento invasivo en aproximadamente el 8% de los pacientes [1].

El reconocimiento y el tratamiento precoces son cruciales para inhibir el desarrollo de cambios patológicos. La tortícolis no tratada puede dar lugar a deformidades esqueléticas en las regiones craneal y cervical (escoliosis) o al desarrollo de las denominadas curvaturas compensatorias en otras partes inferiores de la columna [3].

Terapia y tratamiento

La terapia tiene como objetivo principal restablecer la amplitud de movimiento y la simetría funcional del músculo del cuello. También es importante prevenir las deformidades craneofaciales, la maloclusión u otras asimetrías, incluidos los trastornos del vago [1]. El tratamiento en la tortícolis es principalmente conservador, donde las principales acciones son todas las actividades fisioterapéuticas. Sólo en los casos de forma grave en los que dichas actividades no tienen el efecto esperado, o en situaciones de actuación terapéutica tardía, el lema principal es la necesidad de mejora y el inicio precoz de actividades tanto terapéuticas como curativas [1].