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Toma de decisiones: ¿cómo puede cambiar la vida la enfermedad de Parkinson?

Toma de decisiones: ¿cómo puede cambiar la vida la enfermedad de Parkinson?

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Hombre mayor que sufre depresión

La toma de decisiones es el acto de elegir conscientemente entre posibles opciones, no siempre está sujeta a nuestra voluntad, a menudo actuamos impulsivamente o nos dejamos llevar por nuestras emociones, otras veces nos paraliza una incertidumbre abrumadora.

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Factores cerebrales en la toma de decisiones

Varios neurotransmisores intervienen en la toma de decisiones, entre ellos:

  • la dopamina
  • noradrenalina,
  • la serotonina.

La serotonina es responsable del comportamiento elemental y afecta a la excitabilidad, la memoria y la atención. La alteración de la serotonina puede asociarse a una impulsividad y agresividad excesivas o a falta de fuerza de voluntad e inercia. Los niveles alterados de serotonina provocan depresión, y uno de los síntomas característicos de la depresión es la incapacidad y la falta de voluntad para tomar decisiones.

La noradrenalina es otra sustancia importante que determina nuestro comportamiento. Es responsable de la estimulación del sistema nervioso, del gasto adecuado de energía, del inicio de las acciones y del mantenimiento de su ejecución.

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Sin embargo, la mayor influencia en nuestros procesos de toma de decisiones es la tercera mencionada, la dopamina. La acción de la dopamina nos permite adquirir patrones de movimiento, elegir nuestras reacciones de forma adecuada y rápida, y aprender y buscar soluciones que nos beneficien.

Cuando tomamos una decisión que nos beneficia, sentimos placer. Esperar el resultado deseado de nuestras decisiones influye en la motivación, la acción y se asocia a una mayor liberación de dopamina en estructuras cerebrales específicas.

La toma de decisiones en las personas mayores

La pérdida de capacidad para tomar decisiones forma parte del proceso de envejecimiento y es el resultado de una disminución de la capacidad de nuestro cerebro para utilizar las experiencias que hemos adquirido.

A medida que envejecemos, el volumen del cerebro disminuye. Las células nerviosas se encogen, su tasa metabólica y el número de sinapsis disminuyen. Los mayores cambios con la edad se observan en:

  • los lóbulos frontales, responsables, entre otras cosas, de la toma de decisiones,
  • la zona de la memoria del hipocampo,
  • los lóbulos parietales asociados a la comprensión del lenguaje abstracto.