Durante muchos años se ha investigado la posibilidad de almacenar tejidos y órganos a temperaturas adecuadamente bajas de forma que conserven su función. Esto es de especial relevancia para la medicina en ámbitos como los trasplantes o las transfusiones. Por otro lado, el uso de bajas temperaturas también puede estar justificado a la hora de destruir un tejido o una zona específica. La criocirugía, una rama de la cirugía que utiliza bajas temperaturas, ayuda en muchos casos en diversas áreas y campos de la medicina.