Cuando muchas personas oyen que el cáncer puede tratarse en casa, no lo creen o lo dudan. Y sin embargo, en el siglo XXI, gracias a los enormes avances médicos y a los nuevos descubrimientos en oncología, el uso de comprimidos de quimioterapia ha empezado a dar a los pacientes la oportunidad de volver a la normalidad, tanto en su vida profesional como familiar.
Entre los numerosos métodos de tratamiento del cáncer, que incluyen la radioterapia, el tratamiento quirúrgico y la quimioterapia, existe una división adicional basada en la forma de administración de los fármacos. Esta distinción se refiere, entre otras cosas, a la quimioterapia, que puede administrarse por vía intravenosa (en forma de infusiones durante muchas horas), intramuscular (en forma de inyecciones) u oral (en forma de comprimidos). La decisión sobre qué método de tratamiento es el óptimo para un paciente concreto la toma el médico, a menudo en consulta con el paciente.
Gracias a los avances de la medicina oncológica, no sólo se está modernizando la composición de la quimioterapia, sino también la forma de administrarla. En la práctica, no toda la quimioterapia intravenosa puede sustituirse por quimioterapia oral, pero en el cáncer colorrectal, el cáncer gástrico y algunos casos de cáncer de mama, sí.
Quimioterapia oral frente a quimioterapia intravenosa
La principal diferencia entre la quimioterapia oral y la intravenosa es la forma en que se toma el fármaco. La quimioterapia intravenosa consiste en la aplicación del fármaco mediante inyección o goteo. El paciente llega al hospital para un examen médico de seguimiento y la administración del fármaco. Esto suele durar unas horas y tiene lugar en la sala de día. En los casos en los que la administración del fármaco debe realizarse a lo largo de varias horas o el fármaco debe administrarse en intervalos cortos, el paciente es hospitalizado durante varios días. La quimioterapia oral se administra en forma de comprimidos, que el paciente puede tomar, entre otras cosas, en casa, una vez establecida la dosis adecuada.
El tratamiento en casa proporciona al paciente comodidad psicológica y, sobre todo, el consuelo y la sensación de que su cáncer es, como otras afecciones, una enfermedad crónica que puede tratarse en casa tomando comprimidos con regularidad. Un paciente que recibe quimioterapia oral puede seguir con sus planes personales y profesionales sin tener que pasar horas o días en los hospitales.