Sangre: cada uno de nosotros tiene unos seis litros. Este fluido rojo y vivificante desempeña un papel importante en el organismo: gracias a la sangre se puede transportar oxígeno, dióxido de carbono y otros gases, así como hormonas o minerales. Es gracias a la sangre que los distintos órganos pueden comunicarse entre sí. Conocer su grupo sanguíneo y su factor rhesus suele ser crucial para salvarle la vida.
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