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¿Qué es la emoción? Dificultades de definición y clasificación de los fenómenos emocionales

1. Dra. n.med. Katarzyna Kucharska-Pietura

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¿Qué es la emoción? Dificultades de definición y clasificación de los fenómenos emocionales

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Médicos

Este artículo revisa los conocimientos sobre la categorización y la estructura de los fenómenos emocionales. Se presentan ejemplos de clasificaciones de emociones propuestas por destacados investigadores de la emoción nacionales y extranjeros.

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Existen varios tipos de estados emocionales

Los últimos treinta años han estado marcados por un desarrollo explosivo de la teoría y la investigación sobre las emociones, pero hasta ahora no se ha establecido una forma común de interpretar las leyes que las rigen.

Existen varios términos para designar los estados emocionales, por ejemplo, emociones, sentimientos, pasiones, afectos, emociones; esto es especialmente cierto en el caso de la emocionalidad superior.

La razón de la imprecisión de estos términos es su complejidad e interpenetración.

Según Reykowski [19]

Un proceso emocional es una reacción específica del organismo a los cambios en el entorno interno y externo, que incluye 3 componentes básicos

  1. La excitación emocional, que provoca cambios de movilización en el organismo;
  2. la toma de conciencia de la importancia de estos cambios para el sujeto
  3. las características específicas y cualitativas del acontecimiento significativo para el ser humano.

Un ejemplo del primer componente es la perturbación emocional, que se manifiesta por cambios en otras actividades mentales, vegetativas, y tanto en términos del ritmo como de la intensidad del curso de la reacción. El segundo componente está relacionado con el significado del acontecimiento emocional para el sujeto, es decir, si es positivo o negativo. Un proceso emocional positivo estimula acciones que mantienen el contacto con el acontecimiento positivo, mientras que uno negativo estimula acciones que pretenden romper el contacto con el acontecimiento negativo. El tercer componente del proceso emocional está relacionado con las características específicas y cualitativas del acontecimiento de importancia humana. Reykowski lo caracteriza como el contenido de la emoción.

Wilhelm Wundt y su visión

Pionero de la psicología científica, Wilhelm Wundt (citado en [10, 19]) entendía los procesos emocionales como "una clase separada de fenómenos mentales, cuya particular multiplicidad no permite la posibilidad de plantear determinaciones unitarias". Propuso encuadrar los sentimientos en tres dimensiones fundamentales: placer-displacer, excitación-alivio, tensión-relajación [22, 23].

El oponente de Wundt, Titcherner

El oponente de Wundt fue el psicólogo estadounidense Titcherner (citado en [19]), que distinguía sólo dos tipos de sentimientos: placer y fastidio. Consideraba la división como estados emocionales, no como sentimientos. Además, reconoció la existencia de una complejidad de fenómenos emocionales, distinguiendo entre: afectos (por ejemplo, alegría, odio), estados de ánimo (por ejemplo, satisfacción, ansiedad) y sentimientos complejos (por ejemplo, sentimientos intelectuales, morales, religiosos y estéticos). Con esta división, inició una oleada de polémicas entre los psicólogos introspectivos que diferían en la definición de los rasgos más básicos de los fenómenos emocionales, cuestionando la distinción entre sentimientos simples, sentimientos complejos y afectos.

La discusión mantenida hasta ahora sobre la clasificación de los estados emocionales pretende ayudar a distinguir los fenómenos que abarcan los términos sentimiento, emoción, afecto y estado de ánimo.

Hasta ahora no ha sido posible desarrollar criterios satisfactorios para diferenciar la emoción del estado de ánimo, los rasgos temperamentales y otros estados afectivos. El escaso número de estudios empíricos dedicados a esta cuestión no permite aclararlo. Muchos investigadores de la emoción postulan una cierta relación entre el estado de ánimo y la emoción, consistente en un cambio en los umbrales de excitación de la emoción bajo la influencia del estado de ánimo.

Según Ekman [6, 8], las emociones - a diferencia de los estados de ánimo - se caracterizan por un patrón distintivo de expresión facial. Sin embargo, en esta fase de la investigación, este concepto sólo tiene valor teórico, ya que no ha sido posible establecer un patrón de expresión mimética específico sólo del estado de ánimo.

Un alto grado de dificultad caracteriza la verificación empírica de la hipótesis de Davidson [5], que afirma que el estado de ánimo dirige el curso de los procesos cognitivos, mientras que la emoción dirige el curso del comportamiento. La distorsión de los procesos cognitivos tras la excitación de la emoción debería ser menor, ya que duran menos que el estado de ánimo excitado.

Sin embargo, como el estado de ánimo dura más tiempo, la distorsión de los procesos cognitivos también será mayor. Los mecanismos psicológicos probablemente responsables de este fenómeno pueden estar relacionados con el hecho de que la emoción se dirige más a menudo hacia un objeto específico que el estado de ánimo. El estado de ánimo, a su vez, puede distorsionar el procesamiento de la información sobre una gama más amplia de objetos [8].

¿Son las emociones y los sentimientostérminos inequívocos?

En la literatura científica y en el lenguaje cotidiano se utilizan indistintamente dos términos: emoción y sentimiento. Aunque no son términos contradictorios, pueden denotar dos polos opuestos de un continuo que va desde las emociones simples, pasando por las emociones complejas, hasta los sentimientos más complejos como la amistad o el amor. La emoción se define como un proceso relacionado con la actividad de los centros subcorticales, principalmente el hipotálamo y las estructuras intercerebrales adyacentes, teniendo en cuenta la actividad coordinadora de la corteza cerebral. Los sentimientos, por su parte, se consideran procesos relacionados con la corteza cerebral [19].

Según la tradición lingüística, el término emoción se ha reservado para las emociones superiores relacionadas con las necesidades sociales (por ejemplo, los sentimientos patrióticos), y el término emoción se refiere a los estados motivacionales-fisiológicos. El Diccionario enciclopédico de psiquiatría [11] trata la emoción y el sentimiento como sinónimos, denotando "la actitud del sujeto hacia las personas, los fenómenos, las cosas, él mismo, su organismo y sus propias acciones". La mayoría de las veces se asume que las emociones o los sentimientos son procesos mentales que implican una actitud hacia los objetos, las personas y los fenómenos, constituyendo un estímulo directo para la acción consciente o inconsciente [12].

Aunque numerosas cuestiones polémicas y poco claras sobre la naturaleza de los fenómenos emocionales no se han resuelto mediante la introspección, se ha llamado la atención sobre la interconexión de los procesos emocionales y fisiológicos [19]. El desarrollo de la investigación sobre esta cuestión ha dado lugar a cambios en los puntos de vista sobre la naturaleza de las emociones.

¿Qué son las emociones?

Durante más de un siglo se ha debatido desde posiciones psicológicas, fisiológicas y filosóficas sobre una definición precisa e inequívoca de las emociones. Las dificultades surgen de la preponderancia cuantitativa de los matices sutiles de la emoción sobre las palabras necesarias para describirlos.
El término emoción deriva del verbo latino movere, que significa mover, y sugiere la propensión a actuar contenida en toda emoción. Las emociones se reconocen comúnmente como elementos importantes de la motivación para actuar. En otras palabras, constituyen un "impulso a actuar" más o menos fijo. Así, se pueden distinguir dos significados de emoción: una experiencia momentánea o una disposición fija [9]. A nivel fenomenológico, las emociones se definen como el estímulo de toda acción.

Según Izard [10], la emoción es un concepto que engloba aspectos neurofisiológicos, neuromusculares y fenomenológicos. A nivel neurofisiológico, la emoción se define principalmente como la actividad electroquímica del o.u.n., en particular del hipotálamo, el sistema límbico y los nervios facial y trigémino. Las terminaciones nerviosas cutáneas faciales y los propriorreceptores de los músculos faciales también participan en la regulación emocional a nivel neurofisiológico. El nivel neuromuscular de la emoción se revela como expresiones faciales y corporales no verbales, es decir, gestos, poses, respuesta visceral.

Watson [22] definió la emoción como un patrón heredado de respuestas, sobre todo en las glándulas viscerales y endocrinas del

El fisiólogo inglés Cannon [4] fue crítico con la concepción de Watson. Cuestionó el modelo de emoción basado en el concepto de cambios viscerales y popularizó el entonces novedoso modelo de emoción como procesos que ocurren en los núcleos talámicos. Cannon fue el primero en reconocer la emoción como una manifestación de actividades cerebrales complejas (aunque pertenecientes al dominio de la fisiología), demostrando experimentalmente la estrecha relación entre los estados emocionales y el funcionamiento de los órganos internos.
Papez [16] asumió que los estados emocionales son el resultado de un factor periférico (impulsos procedentes de los extero- e inter-receptores, que llegan en última instancia a los núcleos talámicos y a la esfera cingulada) y de un factor mental localizado en la corteza cerebral. El vínculo entre la corteza y el hipotálamo es el núcleo cingulado, considerado por Papez como el centro de la experimentación de las emociones.

Skinner (citado en [10]) definió la emoción como una especie de estado hipotético de poder o debilidad, expresado en una o varias respuestas a diferentes estímulos. Plutchik [17, 18] consideró las emociones en términos de procesos adaptativos biológicos básicos comunes a todos los organismos vivos. Arnold [1], por su parte, planteó la hipótesis de que la fenomenología de las emociones debía conducirse en la dirección de la búsqueda de su sustrato "cortical". Describió dos sistemas neuronales implicados en la regulación de los mecanismos emocionales.

#STRODCI#

Los ejemplos de definiciones de emociones presentados aquí muestran una gran incoherencia en la taxonomía. Algunos autores las describen refiriéndose a cambios fisiológicos, mientras que otros las describen como sentimientos subjetivos experimentados en situaciones que los desencadenan. La dificultad de definir los procesos emocionales se deriva del hecho de que las emociones están, en su mayoría, íntegramente conectadas a otras experiencias y rara vez se producen de forma independiente.

Características de las emociones

El conocimiento de las características individuales de las emociones facilita su descripción. Las emociones para el sujeto que las experimenta son positivas o negativas. Por lo tanto, difieren en su signo [2]. En el caso de las emociones positivas, por ejemplo la alegría, el individuo suele inclinarse por mantener el estado emocional. Por el contrario, las emociones negativas, por ejemplo la ansiedad, suelen despertar la necesidad de interrumpir su continuación. Las emociones se caracterizan por una fuerza, o intensidad, variable.

Según Reykowski [19], la fuerza de un proceso emocional puede definirse como la intensidad de la tendencia a realizar una respuesta correspondiente a una emoción determinada. La fuerza es mayor cuanto mayores son los obstáculos internos o externos que tienen que aparecer para detener la aparición de la reacción emocional. Las emociones de gran fuerza alteran selectivamente la percepción, además de perjudicar otros procesos cognitivos, por ejemplo, el pensamiento libre y lógico. La duración de la emoción, es decir, su persistencia, es variable.

foto: panthermedia


A partir de las características básicas de las emociones, como la intensidad y la persistencia, se establece una distinción:

  • estados de ánimo - estados emocionales de intensidad leve y larga duración;
  • emociones - estados emocionales caracterizados por una aparición repentina y una corta duración;
  • afectos - emociones fuertes, estados fisiológicos caracterizados por un inicio repentino, una intensidad considerable, síntomas vegetativos pronunciados, corta duración y fatiga tras la desaparición del afecto [2].


Las diferencias en la fuerza motivacional se expresan mediante un rasgo denominado profundidad de la emoción. Las emociones profundas inducen a la acción a largo plazo en una dirección específica. Un ejemplo típico es la emoción asociada a las ideas hipervaloradas [2].


Los rasgos de la emoción también incluyen la expresión y el objeto de la emoción. La expresión de la emoción (codificación) es la expresión externa del estado emocional y se manifiesta en expresiones faciales, gestos y manifestaciones fisiológicas. Dado que la emoción expresa una actitud hacia alguien o algo, identificar el objeto de la emoción no suele ser una tarea difícil.