Para investigar la función del sistema nervioso en la práctica clínica pueden utilizarse dos tipos de pruebas: las pruebas instrumentales neurofisiológicas y las pruebas de codificación. Las pruebas instrumentales se realizan con aparatos de registro que ofrecen una imagen de las funciones, incluso residuales, del sistema nervioso, a diferencia de las pruebas de codificación, cuyos resultados se determinan de forma subjetiva y se sitúan en una escala específica. Las pruebas instrumentales incluyen el electrodiagnóstico clásico, la electromiografía clínica, la polielectromiografía, la ENG o las pruebas de reflejos tendinosos, entre otras.
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