Los nutrientes importantes para el funcionamiento normal del sistema nervioso son principalmente las vitaminas del grupo B.
Además de los síntomas neurológicos, también aparecen síntomas psicopatológicos como delirios, alucinaciones y confusión.
Deficiencia de ácido fólico
La carencia de ácido fólico afecta principalmente a pacientes con síndromes de malabsorción, en particular el alcoholismo. Además, suele darse en mujeres embarazadas y en pacientes tratados con fármacos antiepilépticos.
Los signos clínicos de la deficiencia incluyen debilidad muscular, principalmente en las extremidades inferiores, trastornos de la marcha, alteraciones sensoriales y demencia.
Deficiencia de vitamina E
La deficiencia de vitamina E suele estar causada por una absorción deficiente de las grasas, asociada a una secreción hepática de sales deficiente o a una reabsorción deficiente de la bilis, como se observa tras afecciones que implican la resección de gran parte del intestino delgado. La malabsorción de grasas también se produce en la fibrosis quística, la enfermedad celíaca y la enfermedad de Crohn.
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En la deficiencia aparecen inicialmente trastornos de la marcha, alteración de la sensación de vibración y posición e incoordinación de las extremidades. Con el tiempo, se observa además nistagmo y síntomas de parálisis de los músculos oculomotores.
Deficiencia de vitamina B6
La carencia de vitamina B6 se produce en adultos en los que la deficiencia está relacionada con la ingesta de fármacos específicos. En esta avitaminosis predominan los síntomas de polineuropatía, es decir, inicialmente prastesias, entumecimiento, dolores ardientes en los pies, seguidos de debilidad en los miembros inferiores, trastornos de la sensación de posición, movimiento y vibración.