Las vacaciones son una época de despreocupación y relajación. A veces, sin embargo, es durante este periodo cuando surgen muchas preocupaciones, por ejemplo sobre la planificación de las vacaciones.
Las personas con discapacidad, en particular, pueden encontrar dificultades a la hora de organizar los detalles de un viaje. Lea cómo resolverlas.
Hotel
El problema más común son las barreras arquitectónicas, que pueden dificultar la entrada al edificio en el que se pretende pernoctar y el libre desplazamiento. Antes de elegir la oferta adecuada, intentemos averiguar todo lo posible sobre esta cuestión. No tenga miedo de preguntar.
Tenga en cuenta que una oferta puede prometerle las proverbiales "perlas del cielo", mientras que la realidad puede resultar completamente distinta. La legislación en materia de consumo establece exactamente cómo debemos presentar una reclamación si una oferta contiene información falsa.
Elegir el lugar adecuado
Se trata de una decisión difícil, porque realmente determina si nuestras vacaciones serán un éxito. La regla más importante es que aunque una discapacidad nos impida viajar a un lugar, hay muchos otros lugares a los que podemos ir.
Antes de partir, lo mejor es pedir consejo a un médico que nos indicará qué contraindicaciones existen para una afección concreta. Es importante no intentar saltarse las prohibiciones por la fuerza, ya que esto no hará ningún bien a ningún participante en el viaje.
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Que nuestros destinos sean lo más variados posible. El hecho de que no podamos ir a algunos lugares no significa necesariamente que las vacaciones vayan a ser aburridas.