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¡No tenga miedo del ginecólogo!

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¡No tenga miedo del ginecólogo!

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De compras con una amiga

Las jóvenes polacas visitan demasiado poco al ginecólogo, lo que alarma a los especialistas. Las visitas regulares pueden detectar cambios precoces y tratarlos eficazmente.

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Los datos sobre la incidencia del cáncer de cuello de ú tero son sorprendentes: es el sexto cáncer más frecuente entre las mujeres polacas y representa el 10,7% de todos los cánceres femeninos. Aproximadamente 1.700 mujeres mueren anualmente por esta causa (según el Registro de Cáncer de 2009).

¿Por qué las jóvenes polacas no se someten a las pruebas?

Cuando se habla de ir al médico surgen demasiados mitos.

Pregunté a mis amigas si se examinaban con regularidad. Las reacciones a mi pregunta variaron desde la vergüenza y la confusión hasta sonrisas nerviosas. Incluso entre las mujeres, este tema está resultando difícil.

Algunas admitieron que se esfuerzan por ir con regularidad, otras dijeron que tenían miedo del médico y de que el examen revelara una enfermedad, vergüenza o por falta de tiempo.

Profundizando en el tema de la ausencia del médico, escuché varias veces que:

  • un examen ginecológico duele
  • los exámenes son caros,
  • los médicos no son amables,
  • hay que esperar mucho para una cita.

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Por supuesto, todos estos argumentos pueden considerarse en dos aspectos: para algunos serán mitos, para otros serán verdades avaladas por la experiencia.

¿Duele un examen ginecológico?

Es cierto que implica algunas molestias, pero no es doloroso. Esta cuestión también viene determinada por el enfoque del médico, y aquí hay otra cuestión: como en cualquier profesión, hay médicos más empáticos y otros que lo son menos.