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Los prebióticos en la prevención de las alergias

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Los prebióticos en la prevención de las alergias

panthermedia

La alegría en los niños

En marzo de 2016 se publicó en la Revista de la Organización Mundial de la Alergia un artículo con las directrices de la Organización Mundial de la Alergia (OMA) para la prevención de las enfermedades alérgicas. Entre otras cosas, el artículo recomienda el uso de prebióticos, es decir, sustancias que influyen en la composición y la actividad de la microflora intestinal. También hace hincapié en los beneficios invariablemente indiscutibles de la lactancia materna, que influye significativamente en la formación de la flora gastrointestinal normal del niño.

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Prebióticos y prevención de la alergia

Un prebiótico puede definirse como una sustancia cuya finalidad es producir una flora intestinal normal, mejorando así el funcionamiento del sistema inmunológico, lo que es importante en los mecanismos de la alergia.
En comparación con los probióticos, no contiene ningún microorganismo, sino sólo estimulantes que estimulan selectivamente el crecimiento o la actividad de un tipo o un número limitado de bacterias en el tracto gastrointestinal. Un prebiótico puede ser un ingrediente dietético natural, por ejemplo, el ajo, la cebolla, la alcachofa o el almidón. Los prebióticos también son aditivos alimentarios o suplementos dietéticos.
En este punto, cabe señalar que los prebióticos naturales (oligosacáridos) se encuentran en la leche materna. Por tanto, la lactancia materna contribuye a crear la microflora intestinal normal del bebé.
Lasmedidas preventivas pueden dividirse en tres formas. La prevención de la aparición de una enfermedad (en este caso la alergia) en niños genéticamente predispuestos se denomina prevención primaria. La prevención de la aparición de síntomas en una persona que ya ha tenido contacto con el alérgeno se denomina prevención secundaria. Existe también un tercer elemento de prevención - las acciones destinadas a inhibir la enfermedad y limitar sus complicaciones - llamado prevención de fase III. En todas las enfermedades, la prevención primaria desempeña el papel más importante, con medidas destinadas a evitar el desarrollo de la enfermedad.


foto: panthermedia

Prevención según las directrices de la Organización Mundial de la Alergia (OMA)

El año pasado, la Organización Mundial de la Alergia publicó material sobre la prevención de las alergias. En él puede leer, entre otras cosas, sobre el uso de prebióticos para reducir el riesgo de enfermedades alérgicas. Un grupo de expertos demostró que el uso de prebióticos al año de edad, en comparación con un grupo que no tomaba prebióticos o que tomaba un placebo, reduce el riesgo de enfermedades alérgicas como el asma, la alergia alimentaria y el eccema atópico.
Basándose en estos estudios, la Organización Mundial de la Alergia sugiere el uso de prebióticos en todos los lactantes que no se alimentan exclusivamente con leche materna, independientemente de los factores de riesgo de alergia. Al mismo tiempo, no recomienda el uso de prebióticos en lactantes alimentados exclusivamente con leche materna.

La cuestión de si el uso de prebióticos en el embarazo y en las mujeres que amamantan a sus hijos es beneficioso sigue siendo objeto de estudio. Es importante recordar que la fuente de prebióticos naturales es la leche materna, que no sólo contribuye a la formación de la flora intestinal normal del bebé, sino que también contiene componentes del sistema inmunitario que desempeñan un papel importante en el desarrollo de mecanismos inmunitarios normales. En caso de que se necesite leche de sustitución, disponemos de leches infantiles modificadas que contienen galactooligosacáridos (GOS) y fructooligosacáridos (AOS), que son prebióticos.
La elección de una mezcla concreta debe realizarse en consulta con el pediatra. Hay que recordar que la leche modificada enriquecida con una mezcla de prebióticos no sustituye a la leche materna.