Lapublicidad moderna reduce la imagen de la mujer únicamente al cuerpo. En ella, la mujer se muestra como un adorno y una llamada de atención, y sus pechos o sus piernas pretenden ser un reclamo, especialmente en los anuncios de coches o alcohol dirigidos a los hombres. A través de los medios de comunicación, las mujeres se enteran de sus posibles "defectos" corporales, a los que en otras circunstancias no prestarían ninguna atención.

Hoy en día, se observan cada vez más casos de percepción perturbada del propio cuerpo. Una mujer de talla y peso normales empieza a pensar en sí misma en términos de "estoy demasiado gorda", "mis piernas están demasiado gordas", y el pensamiento final gira en torno al lema "necesito adelgazar".

Antes de ver el siguiente anuncio, conviene tener en cuenta que la mujer que aparece en él es el "resultado" del trabajo de grafismo, iluminación y una brillante aplicación gráfica y de muchas horas de trabajo de los mejores diseñadores gráficos. Todo es posible en publicidad: se pueden adelgazar las piernas, añadir músculos impresionantes al estómago, hacer que el pelo brille como el cristal y que la piel quede perfectamente lisa.

foto: ojoimages

No merece la pena luchar contra las propias imperfecciones, ya que esto no sólo puede dar lugar a una percepción distorsionada del propio cuerpo, sino que también puede poner en peligro la propia salud. Actualmente existe una reacción contra la promoción de la imagen de una mujer delgada y alterada por un programa gráfico.

Por ejemplo, en un anuncio de un conocido gel de ducha, podemos ver que aparecen mujeres naturales y sin adulterar que son asequibles: consumidoras medias. Cada vez más, también podemos ver que los diseñadores gráficos por ordenador cometen el error de mostrar a una estrella de la televisión sin un dedo del pie o con una nariz dibujada de forma poco natural en la portada de una revista. Las modelos delgadas se comentan en Internet con mensajes negativos bajo el título "¿quizá debería comer algo?

Como vemos, la imagen de la mujer sigue cambiando y sólo es cuestión de tiempo que la próxima imagen muestre a una mujer natural, normal y, sobre todo, feliz.