El aparato digestivo es una de las zonas más sensibles de nuestro cuerpo. La cavidad oral y la garganta, son el punto de contacto de muchos microorganismos que atacan al ser humano. El organismo se defiende de ellos produciendo saliva que contiene iones de sodio, potasio y calcio, así como cloruros para mantener el pH adecuado y neutralizar las bacterias. Sin embargo, a veces, el sistema de protección falla.
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