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Hidratos de carbono en la prevención de las enfermedades cardiovasculares

Monika Toczek - dietista

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Hidratos de carbono en la prevención de las enfermedades cardiovasculares

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Ensalada de verduras

Una dieta equilibrada en la prevención de las enfermedades cardiovasculares debe adaptarse en su contenido energético y de nutrientes a: la edad, el sexo, el estado fisiológico y la actividad física. Junto a las proteínas, las grasas y los minerales, los hidratos de carbono son la principal fuente de energía de la dieta.

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En la prevención de las enfermedades cardiovasculares,los hid ratos de carbono deben constituir el 55-60% de las necesidades energéticas diarias totales. Se recomiendan los hidratos de carbono complejos procedentes de los cereales: grañones, pasta, arroz integral, pan y legumbres integrales, patatas. En la prevención de las enfermedades cardiovasculares, se limitan los azúcares simples, por ejemplo: sacarosa, fructosa, glucosa. Se recomienda que no aporten más del 10% de las necesidades energéticas diarias. ¿Cuál es la razón de ello? Una mayor ingesta de azúcares simples contribuye a un aumento de los niveles de triglicéridos en sangre, provoca una mayor síntesis de lipoproteínas VLDL, el depósito de grasa en forma de tejido adiposo. Los azúcares simples se encuentran en los siguientes productos: dulces, miel, azúcar, confituras y mermeladas con alto contenido en azúcar, productos de confitería.

Un hidrato de carbono no absorbible muy importante y esencial para la prevención de las enfermedades cardiovasculares es la fibra alimentaria. Se encuentra en los productos de cereales no refinados, las verduras y frutas crudas, los frutos secos y las legumbres. Las directrices europeas de 2012 recomiendan consumirla en una cantidad aproximada de 30-45 g al día, la mitad de la cantidad recomendada procedente de frutas y verduras, que son fuentes de fibra soluble. La fibra soluble tiene muchas funciones importantes en el cuerpo humano. En lo que respecta al sistema cardiovascular, contribuye a reducir los niveles séricos de colesterol, aumenta la excreción fecal de grasas, fija los ácidos biliares y retrasa la absorción de los triglicéridos.

A la hora de elegir la principal fuente de energía en la dieta, hay que optar por los cereales integrales, los productos menos refinados posibles, limitar el consumo de dulces, golosinas, que son una fuente de azúcares simples. Siguiendo esta regla, proporcionaremos a nuestro organismo vitaminas y minerales, pero también nos protegeremos contra la obesidad y el desarrollo de enfermedades.