Nuestras mejillas se ponen rojas por la vergüenza, nos tiemblan las manos por el estrés y nos puede doler el estómago. Después de una reunión con amigos llena de bromas y risas, nos sentimos relajados, e incluso podemos reaccionar a las peores noticias con un desmayo o incluso con el proverbial "ataque al corazón". Las emociones están inextricablemente ligadas a nuestro cuerpo y pueden tener un impacto muy fuerte en sus reacciones y en su funcionamiento general, por lo que tienen un efecto complejo en nuestra salud general.
Publicidad: