Los campos electromagnéticos han estado presentes en la vida humana desde que los humanos aparecieron en la tierra, ya que están presentes en el medio ambiente. El desarrollo de la tecnología ha llevado a la creación de muchas fuentes artificiales de PEM, cuya radiación, puede tener efectos adversos en la salud humana. Existe mucha literatura que indica una relación entre las MPE y el desarrollo de enfermedades como el cáncer, las cardiopatías o las enfermedades del sistema nervioso. Sin embargo, en la actualidad no existen estudios que indiquen los efectos nocivos de la PEM, lo que no cambia el hecho de que estamos protegidos en cuanto a las normas de radiación que pueden emitir los dispositivos individuales.