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Dolor durante el coito

doctora. Agata Leśnicka

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Dolor durante el coito

medforum

Sexo

Según el Informe polaco sobre sexualidad 2002, hasta un 13% de las mujeres y un 2% de los hombres encuestados sufren dolor durante el coito, es decir, dispareunia. Un 2% adicional de mujeres sufre vaginismo, es decir, una tensión involuntaria de los músculos vaginales que impide la penetración. Esto demuestra la magnitud del problema y, sin embargo, son pocas las pacientes potenciales que buscan ayuda profesional para esta afección, y también existe un sentimiento de escasa competencia entre los profesionales a la hora de tratar los problemas sexuales de las pacientes. Este texto está dedicado a los síntomas y el tratamiento de la dispareunia.

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¿Quién trata la dispareunia?

En Polonia hay dos grupos profesionales que tratan los trastornos sexuales. Ambos se autodenominan sexólogos, por lo que suele corresponder al paciente verificar sus cualificaciones y valorar la posibilidad de una ayuda competente. La dispareunia puede ser tratada por un médico especializado en sexología. Este tipo de médicos escasean en Polonia y, además, la visita a un sex ólogo rara vez es reembolsada por el Fondo Nacional de Salud. En algunas voivodías no existe tal posibilidad en absoluto. Un médico de esta especialidad querrá sin duda pedir una consulta ginecológica, si no es él mismo ginecólogo, para excluir otras afecciones médicas que puedan dar síntomas similares. Además, un diagnóstico preciso depende de una anamnesis minuciosa. No hay pastillas registradas para el tratamiento de la dispareunia o el vaginismo, por lo que para este diagnóstico se utilizan más bien métodos psicoterapéuticos.

El segundo grupo profesional denominado sexólogos son los psicólogos. Un licenciado en psicología tiene la oportunidad de realizar estudios de posgrado en sexología, pero sólo después de aprobar un examen (similar a un examen de especialización médica) recibe un certificado de sexólogo y, según la Sociedad Polaca de Sexología, tiene derecho a llamarse sexólogo. Desgraciadamente, en la práctica, esta norma a menudo no se respeta, y no hay posibilidad de extraer consecuencias porque los psicólogos no se asocian en Polonia en el equivalente de las cámaras médicas, que se encargarían de la presentación honesta de sus cualificaciones. Independientemente de su formación original, si un sexólogo tiene formación de posgrado en psicoterapia, es la persona más adecuada para tratar la dispareunia.

Uso de la psicoterapia en el tratamiento de la dispareunia

La psicoterapia es el método preferido y mucho más eficaz para tratar la dispareunia que los anestésicos tópicos o las intervenciones quirúrgicas, por ejemplo en forma de escisión del vestíbulo vaginal. Al mismo tiempo, cabe destacar que no existe un único protocolo terapéutico universalmente reconocido para el tratamiento de este trastorno. Los programas que se han desarrollado en este ámbito son objeto de publicaciones en forma de artículos y no han aparecido en una edición más amplia en forma de libro. El tratamiento más común para la dispareunia es la psicoterapia cognitivo-conductual, a veces la práctica de la atención plena o mindfulness, centrada en las sensaciones actuales. Las intervenciones conductuales se utilizan para tratar el vaginismo, que consiste en aprender a introducir gradualmente dilatadores (un tipo de consolador) de tamaño creciente en la vagina. Esta exposición finaliza cuando la mujer es capaz de introducir en la vagina un dilatador del tamaño aproximado de un pene masculino. La elaboración cognitiva, es decir, hablar de dicha experiencia, ayuda a deshacerse del miedo al coito combinado con penetración vaginal.

foto: shutterstock

El modelo de comprensión de este trastorno utilizado en psicoterapia parte de la base de que en el vaginismo es fundamental la creencia de que la penetración dolerá y la percepción de la misma en términos de amenaza y no de placer. Esta creencia conduce a la evitación del sexo, la ansiedad, la disminución de los niveles de excitación y, en consecuencia, la disminución de la lubricación vaginal y el aumento del tono muscular pélvico. Estos síntomas conducen a una auténtica obstrucción del acto sexual y exacerban secundariamente los miedos. Una psicoterapia de 3-4 meses de duración aporta una mejoría sintomática duradera.

Algunos comentarios

La somera descripción de la psicoterapia presentada anteriormente centra las intervenciones en permitir la penetración vaginal. Ésta no es, por supuesto, la única práctica sexual que puede dar satisfacción a la pareja, y el tratamiento no se proporciona por la fuerza sin el consentimiento de la persona con el diagnóstico. Sin embargo, para muchas, la dispareunia está asociada a la incomodidad, a un sentido disminuido de la feminidad y es un impedimento para el embarazo, aunque no lo impide. La psicoterapia descrita anteriormente está dirigida a estas personas.