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Dislexia: un problema que perturba algo más que el funcionamiento escolar

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Dislexia: un problema que perturba algo más que el funcionamiento escolar

PantherMedia

Lección en la escuela

Dentro del grupo de trastornos de tipo "dis", la dislexia es uno de los más comunes. La importancia del problema puede demostrarse por el hecho de que los disléxicos tienen derecho, por ejemplo, a beneficiarse de normas especiales para aprobar el examen de matriculación. El trastorno no significa que el paciente tenga deficiencias intelectuales, pero si no se trata, puede empeorar y complicar la vida de forma significativa. ¿Qué es la dislexia, cómo afecta al funcionamiento y qué se puede hacer al respecto?

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Destacar entre los compañeros en las clases puede provocar acoso y burlas desagradables. Esto puede hacer que los niños se encierren en sí mismos, experimenten una baja autoestima e incluso, en las situaciones más graves, desarrollen una depresión.

Los disléxicos pueden experimentar dificultades en las relaciones sociales. Su aparición está relacionada tanto con la expresión, a veces problemática, de sus propios pensamientos como con el hecho de no comprender plenamente el habla de los demás. Esto puede interferir primero en el funcionamiento escolar y más tarde incluso en el profesional.

Los disléxicos pueden tener dificultades para aprender lenguas extranjeras debido a las dificultades para asimilar palabras nuevas - y es bien sabido que el conocimiento de lenguas extranjeras es extremadamente importante en el mercado laboral actual.

¿Cómo podemos ayudar a los pacientes disléxicos?

La primera línea de ayuda son los padres. A ellos se les exige especialmente paciencia: al fin y al cabo, los efectos del trabajo con su hijo pueden tardar en aparecer. Un papel de gran ayuda lo desempeñan:

  • leyendo en voz alta al niño,
  • proporcionando literatura que coincida con los intereses del niño,
  • proporcionando al niño libros en forma de audiolibros.


foto: panthermedia

El profesor del niño debe ser consciente del problema para que pueda no sólo prestar una atención especial al niño disléxico, sino también ser más paciente a la hora de enseñarle a leer. Algunas escuelas cuentan en su plantilla con profesores-terapeutas cualificados para tratar con niños con problemas de aprendizaje.
Existen ayudas especiales para la lectura, por ejemplo, aberturas para cubrir determinadas palabras o líneas de texto (que se utilizan para que el paciente pueda centrarse sólo en una parte del texto a la vez).
Se debe proporcionar a la escuela un certificado que indique que el alumno padece dislexia, especialmente en el caso de los exámenes (como el bachillerato), ya que se establecen condiciones especiales para que estos alumnos aprueben y su trabajo sea evaluado. Puede obtener este documento de un psicólogo o pedagogo.

Los logopedas pueden ofrecer ejercicios especiales para disléxicos e incluso existen ofertas de campamentos terapéuticos para pacientes con dificultades de lectura. Lo más importante es elegir la terapia adecuada en función de las necesidades e intereses de la persona en cuestión y tener paciencia: se necesita tiempo, a veces incluso años, para conseguir resultados tangibles. Teniendo en cuenta las posibles consecuencias de no hacer nada por un paciente disléxico, aunque sea durante mucho tiempo, probablemente merezca la pena esperar a ver los resultados.