Dentro del grupo de trastornos de tipo "dis", la dislexia es uno de los más comunes. La importancia del problema puede demostrarse por el hecho de que los disléxicos tienen derecho, por ejemplo, a beneficiarse de normas especiales para aprobar el examen de matriculación. El trastorno no significa que el paciente tenga deficiencias intelectuales, pero si no se trata, puede empeorar y complicar la vida de forma significativa. ¿Qué es la dislexia, cómo afecta al funcionamiento y qué se puede hacer al respecto?
La dislexia se clasifica como un trastorno específico del desarrollo de las habilidades escolares. En este caso, el problema está relacionado con la lectura, tanto la velocidad de esta actividad como la comprensión del significado de los textos.
El trastorno es bastante frecuente, según las estadísticas disponibles afecta a entre el 10 y el 15% de la población, siendo los niños los más afectados. A pesar de su prevalencia, aún no se han establecido claramente las causas de la dislexia. Se postula que están implicados factores genéticos (según algunos investigadores, hasta el 49% de los padres de niños con dificultades de lectura padecen también dislexia) y cambios anatómicos en el cerebro, además de complicaciones perinatales.
Para diagnosticar la dislexia hay que realizar una serie de pruebas que evalúen, entre otras cosas, el nivel general de inteligencia. Si se descartan anomalías en el proceso de aprendizaje y el rendimiento en lectura está por debajo de lo esperado para la edad y el nivel de desarrollo intelectual, entonces se puede diagnosticar el trastorno.
Síntomas de la dislexia
Los disléxicos suelen tardar mucho más en leer y escribir que otras personas. Además, tienden a confundir letras similares, como la 'b' con la 'd'. Los pacientes con este trastorno pueden ordenar las palabras en una formación incorrecta (o inusual), y las dificultades pueden incluir también el aprendizaje de nuevas palabras.
En el caso de la dislexia, la memorización también es más difícil, ya que un largo análisis de la siguiente frase y su significado puede hacer que los fragmentos anteriores simplemente se escapen de la memoria y dificulten la comprensión de todo el texto.
Antes de los síntomas mencionados, puede haber (ya en un niño pequeño) señales para clasificar al paciente como de mayor riesgo de desarrollar dislexia. Entre ellas se incluyen:
- problemas para distinguir entre el lado derecho y el izquierdo,
- dificultades notables con la coordinación de movimientos, por ejemplo, durante el juego,
- aparición tardía del habla y, una vez que el niño empieza a hablar, problemas para utilizar palabras complejas y más difíciles,
- ambidextro.
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Impacto del trastorno en el funcionamiento escolar y extraescolar
Hay que destacar claramente que la dislexia en sí no se debe a una deficiencia intelectual: la mayoría de los pacientes con este trastorno tienen un coeficiente intelectual en torno a la media. Incluso con problemas de lectura diagnosticados, se pueden conseguir muchas cosas, ejemplos de ello son disléxicos como el director de cine Steven Spielberg, la actriz Whoopi Goldberg o el escritor Christian Andersen.
Si se abandona a un niño disléxico a su suerte, el problema sólo puede crecer. Este paciente, debido a sus dificultades, puede tener cada vez menos ganas de educarse. Si se esfuerza mucho por aprender y no ve los resultados, puede experimentar frustración y esto puede manifestarse en un comportamiento agresivo tanto en la escuela como en el entorno familiar.
En la fase de entrada en la edad adulta, el disléxico puede incluso abandonar la educación, a veces basándose en el hecho de que se considera a sí mismo estúpido, lo cual, como ya se ha mencionado, sencillamente no es el caso.