Una dieta poco saludable, pobre en cereales integrales, verduras y fruta, y rica en grasas de origen animal, afecta negativamente al buen funcionamiento del organismo. El consumo excesivo de carnes grasas, mantequilla, manteca de cerdo, vísceras, productos lácteos enteros, comida rápida y dulces durante un largo periodo de tiempo aumenta las posibilidades de desarrollar enfermedades cardiovasculares.
¿A qué se debe esto?
Los estudios científicos confirman que una dieta rica en grasas, con un elevado consumo de ácidos grasos saturados (productos animales) tiene un efecto perturbador sobre el metabolismo de los lípidos. Provoca trastornos lipídicos, eleva los niveles de colesterol y, además, aumenta la viscosidad y la coagulación de la sangre. Otra consecuencia de una alimentación poco saludable es el desarrollo de sobrepeso (IMC 25-29,9 kg/m2) y obesidad (IMC > 30 kg/m2). Como consecuencia de su desarrollo, pueden producirse una serie de trastornos metabólicos y endocrinos que favorecen la aparición de enfermedades cardiovasculares.
Sin embargo, un estudio publicado en el segundo semestre de 2014 en la revista American Journal of Physiology - Heart and Circulatory Physiology sugiere que el consumo a corto plazo de una dieta rica en grasas puede reducir el riesgo de infarto de miocardio. El estudio se realizó en ratones a los que se administró una dieta rica en grasas (el 60% de las kcal procedían de grasa animal) durante un día, una vez cada quince días. El director del estudio, el Dr. W. Keith Jones, de la Facultad de Medicina Stritch de la Universidad Loyola de Chicago, destaca que una dieta rica en grasas administrada una vez cada quince días, durante un día, puede reducir en un 50% las consecuencias del daño cardiaco en los animales de prueba. Una dieta rica en grasas aumenta los niveles sanguíneos de moléculas que activan vías protectoras en el músculo cardiaco, haciendo que las células sean más resistentes a los daños. Sin embargo, no se observó ningún efecto protector en los animales alimentados con la dieta en cuestión durante un periodo de tiempo más largo.
El Dr. Jonas subraya que los resultados de los estudios publicados no se convierten en un aval para abandonar una dieta sana. Hasta ahora, no se han realizado estudios en humanos que confirmen que una dieta rica en grasas tenga efectos positivos. Por lo tanto, es beneficioso garantizar una dieta sana y reducir así el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
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