Tras el blanqueamiento dental, se recomienda la llamada dieta blanca, que influye en el mantenimiento a largo plazo del efecto del tratamiento. El tratamiento hace que los dientes sean más porosos, lo que aumenta su susceptibilidad a nuevas manchas. Por lo tanto, es importante evitar alimentos y bebidas ricos en colorantes y ácidos, que pueden debilitar el efecto blanqueador y aumentar la hipersensibilidad.
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