El desarrollo de la civilización nos lleva a distintos lugares y crea situaciones nuevas y diferentes. Nos brinda mejores oportunidades y mejora nuestras vidas.
Los accidentes de tráfico tienen dos aspectos. El aspecto social, que habla del riesgo para la vida y la salud de los usuarios de la carretera (o de los implicados en el accidente). Se trata de un aspecto no cuantificable, ya que el dolor, el sufrimiento y la sensación de pérdida no pueden medirse. El segundo aspecto es el económico (material), en el que se destacan las pérdidas sufridas como consecuencia de los accidentes de tráfico. Las repercusiones económicas no sólo se refieren a las indemnizaciones o a la reparación de los daños, sino también a los costes de rescate y tratamiento de los heridos[8].
Polonia se encuentra a la cabeza de los países europeos según el criterio de mortalidad como consecuencia de accidentes de tráfico. Según las estadísticas de la Jefatura de Policía, en 2010 se produjeron 3.907 muertes y 48.952 heridos como consecuencia de accidentes de tráfico[9].
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Al emprender un viaje, conviene tener en cuenta que nuestro comportamiento arriesgado puede tener consecuencias trágicas, no sólo para nosotros mismos sino también para los demás usuarios de la carretera.