Antes de que una persona se dé cuenta de que puede ver la imagen que tiene ante sus ojos, la información sobre ella tiene que viajar desde la retina (la membrana sensible a la luz que forma parte de la estructura del globo ocular) hasta la parte correspondiente de la corteza cerebral, la corteza visual. Esta vía se denomina vía visual. Cuando un paciente desarrolla alteraciones visuales (falta de agudeza, glaucoma, ceguera parcial o ceguera total), el médico debe determinar qué parte de la vía visual ha resultado dañada antes de aplicar el tratamiento adecuado.
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