La psoriasis es una de las enfermedades cutáneas más comunes. Es una dermatosis inflamatoria caracterizada por una proliferación excesiva de queratinocitos. En la patogénesis de la psoriasis intervienen factores genéticos, medioambientales e inmunológicos. Existen dos formas clínicas de psoriasis cutánea: la psoriasis ordinaria y la pustulosa, así como la artritis psoriásica. La psoriasis es una enfermedad crónica caracterizada por una frecuencia variable de recaídas y duración de la remisión. Los brotes suelen estar provocados por factores desencadenantes como el estrés, las infecciones o el alcohol. El tratamiento de la psoriasis depende de la forma clínica y la gravedad de las lesiones, y suele ser un tratamiento combinado que combina diversas formas de tratamiento externo con fototerapia o preparados sistémicos.