Las crisis epilépticas son una complicación común y bien conocida que se produce tras un traumatismo craneoencefálico. Una lesión craneoencefálica se define como un daño tanto en el cráneo como en el cerebro resultante de una fuerza tal que excede la capacidad de adaptación de la cabeza. El sustrato para la aparición de un ataque epiléptico es una actividad bioeléctrica inapropiada o excesiva del cerebro.