El conflicto neurovascular se define como la compresión de un nervio por un vaso sanguíneo. Lo más frecuente es que el vaso causante de la irritación del nervio sea una arteria que discurre muy cerca del nervio y, con menos frecuencia, una vena. Las variaciones en el volumen del vaso causadas por la variación del flujo sanguíneo pueden irritar el nervio, causando la destrucción de su vaina de mielina y daños en el propio nervio, generando excitaciones anormales en el nervio.
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