La audición es un sentido que se desarrolla al nacer, por lo que ya durante la vida fetal, en el útero, el niño es capaz de percibir sonidos. Durante el primer año aproximadamente, el desarrollo progresa gracias a los sonidos, tanto en lo que se refiere a la comprensión de las palabras y la emisión de sonidos hasta el desarrollo del habla, como desde el punto de vista motor y de la coordinación, cuando los sonidos sirven de estímulo para que el niño actúe. Por lo tanto, los trastornos auditivos pueden tener un efecto adverso en el desarrollo del niño.
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