La introversión y la extroversión no son más que rasgos de la personalidad. ¿Cómo distinguimos entre estos dos tipos de temperamento completamente extremos? Hasta hace una docena de años, esto se discutía en los pupitres de la escuela con un profesor de literatura polaco cuando se hablaba de la lectura de Noches y días. Sin embargo, la sociedad se resiste a plantear el tema de la introversión porque los tiempos que vivimos exigen acción, energía o rapidez. Miremos el mundo desde la perspectiva de los menos sociables, seguros de sí mismos y decididos. ¡Intentemos comprender a los introvertidos!
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