El uso de aparatos de ortodoncia tiene muchas finalidades. Además del efecto estético sobre la dentición y los rasgos faciales, es importante restaurar la correcta oclusión y función del órgano masticatorio. Debido a estos efectos que se pueden conseguir con los aparatos, el número de personas que los utilizan en las cirugías de ortodoncia va en aumento. Sin embargo, una cuestión importante son las complicaciones que pueden surgir tras el uso tanto de aparatos fijos como de aparatos removibles. Normalmente, estas complicaciones están causadas por una higiene bucal inadecuada, y las más comunes son la descalcificación visible en forma de manchas blancas en los dientes, cambios de caries, recesión de las encías, así como cambios en la mucosa bucal.

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Desde la antigüedad, se ha llamado la atención sobre las irregularidades de la dentición humana. De hecho, la primera mención de tales dolencias se encuentra en el propio Hipócrates. Hoy en día, a pesar de los beneficios en forma de mejora de la función masticatoria y el restablecimiento de unas condiciones oclusales correctas, los valores estéticos en forma de una alineación dental adecuada y bonita se están convirtiendo en una necesidad social cada vez mayor. Este motivo se está convirtiendo en el generador de un número cada vez mayor de pacientes que acuden a las consultas de ortodoncia y, en consecuencia, la ortodoncia ha desarrollado una rama de actividad adicional al tratamiento tradicional, que es el tratamiento estético.

¿Cuáles son los riesgos de llevar ortodoncia?

Como cualquier tipo de tratamiento, el tratamiento ortodóncico también conlleva el riesgo de complicaciones y efectos secundarios. Los especialistas se enfrentan con mayor frecuencia a casos de descalcificación de los dientes, cambios de caries en la dentición, inflamación y recesión de las encías. También hay casos en los que, como consecuencia del uso de brackets, se producen daños en la dentición, es decir, existe la posibilidad de inflamación, degeneración o incluso necrosis pulpar. Esto ocurre como consecuencia de que los dientes se mueven demasiado deprisa y es más frecuente en los usuarios de aparatos fijos. En cambio, en el caso de los usuarios de aparatos removibles, existe la posibilidad de que se produzcan estomatopatías simultáneamente con infecciones de origen fúngico.

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Caries y ortodoncia

Con diferencia, la complicación más común de los aparatos de ortodoncia son las lesiones cariosas en forma de caries. Según se ha observado, los aparatos fijos de bisel fino son los que más favorecen la formación de dichas lesiones. Entonces, ¿por qué los aparatos crean un entorno propicio para el desarrollo de lesiones cariosas? Principalmente por su diseño. Los componentes individuales que forman los aparatos, como los anillos, los arcos, los brackets y las ligaduras, restringen el libre flujo de saliva, que limpia por sí sola las superficies de los dientes. Además, son lugares donde a menudo se acumulan y alojan los restos de comida, que no son eliminados por el propio paciente durante las actividades higiénicas. Como resultado, es fácil que aparezcan caries, sobre todo en las zonas donde los aparatos entran en contacto con los dientes.

Higiene bucal

La clave para prevenir todos los efectos secundarios de los aparatos de ortodoncia es una buena higiene bucal. Es un deber absoluto del paciente y un requisito previo para un tratamiento ortodóntico eficaz. La falta de una higiene bucal adecuada conduce directamente a la formación de caries dentales. Un aspecto adicional, señalado por los especialistas, es la acumulación de cepas bacterianas en la boca, que contribuye a la exacerbación de las lesiones cariosas.