Los buscadores de novedades obtienen placer de sensaciones que son peligrosas y demasiado extremas para la mayoría de la gente. Su estado mental se asemeja al de un drogadicto después de tomar una dosis fuerte de una droga. Al igual que en el caso de los drogadictos, el estado de euforia es adictivo.

Las investigaciones han demostrado que este tipo de comportamiento está causado por una mutación en el gen D4DR del cromosoma 11. Éste es responsable de la fuerza con la que una célula nerviosa responde al contacto con la dopamina. El gen mutado hace que las células respondan con más fuerza tras el contacto con la dopamina.

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Además, su "sistema de frenado" es defectuoso. El ansia de novedad está en todos los seres humanos. Sin embargo, la voz de la razón se despierta en la mayoría. Un organismo que siente una necesidad constante de sentir placer tiende a perderse en él, por lo que desconecta su vigilancia y se vuelve perezoso.

En el medio ambiente, esto es muy peligroso. Por lo tanto, es mejor no pensar en la sensación constante de placer, sino centrarse en las cosas que son esenciales para la supervivencia.