Construir y mantener una relación no consiste sólo en vivir juntos, abrazarse y hacer la compra en el hipermercado más cercano. La base de cualquier relación es la conversación, y no sólo la conversación sobre el día en el trabajo o la lista de cosas que hay que comprar. También se refiere a temas que a menudo son difíciles - como el sexo.
Rodeados de erotismo
¿Puede resultar difícil hablar de sexo? Después de todo, estamos rodeados a cada paso de periódicos que ofrecen multitud de consejos eróticos. Nos encontramos con anuncios y programas que están francamente saturados de erotismo. Sin embargo, a pesar de ello, muchas personas son reacias a hablar de relaciones íntimas con un ser querido. El pudor y la vergüenza, que tratan el sexo como un tema tabú, no facilitan el inicio de una conversación.
Hablar no es criticar
A menudo, también existe el temor de que la pareja se sienta avergonzada por nuestros comentarios, los perciba como una crítica y se desanime a seguir realizando actividades en el terreno erótico. Además -especialmente entre los hombres- puede existir la sensación de perder la imagen del tipo fuerte que, al fin y al cabo, no puede mostrar su ternura y sensibilidad.
Alejarse de la rutina
Durante el contacto físico, sin duda hay cosas que dan más o menos placer. Su pareja no siempre será capaz de adivinarlo. Al hacer las mismas cosas una y otra vez y creer que eso es lo mejor, él o ella puede (sin saberlo) conducir a una falta de desarrollo del contacto íntimo en la relación y, en casos extremos, incluso a su ruptura. Al fin y al cabo, una mujer es diferente a un hombre: tiene sensibilidades diferentes, expectativas distintas y, a menudo, hábitos y experiencias sexuales diferentes.
foto: panthermedia
Codifiquen sus cuerpos
Surgen dudas sobre cómo llamar a ciertas partes de nuestro cuerpo. En tal situación, puede recurrir a la terminología médica o, preferiblemente, crear su propio diccionario de términos que ambos entiendan sin avergonzarse.
La instrucción como iniciador de la conversación
Aunque todas las parejas asumen que, al fin y al cabo, se entienden perfectamente sin palabras (reconociendo que, después de todo, no podría ser de otro modo) , hablar de temas íntimos juntos (tumbados juntos en la cama, por ejemplo) puede tener muchos beneficios. Si se siente muy incómodo, empiece por "instruir" a su pareja: guiando su mano con determinados movimientos, puede mostrarle lo que le produce más placer, dónde están sus puntos más sensibles.
