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Agresor y víctima - una perspectiva neurobiológica - parte 1

Patrycja Piechaczek Fuente: Niehoff D. ,, Biología de la violencia", Editorial Media Rodzina, Poznań 2001

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Agresor y víctima - una perspectiva neurobiológica - parte 1

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Quarrel

La agresión se define de diversas maneras, existen muchas teorías sobre la agresión y se ha investigado mucho sobre este fenómeno.

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Ladisfunción del lóbulo frontal se refleja en el comportamiento del agresor. Las anomalías en esta región del cerebro hacen imposible predecir las consecuencias del propio comportamiento y se caracterizan por una falta de autocrítica, un enfoque emocional inadecuado como la falta o el exceso de ansiedad, sequedad emocional, impulsividad e incluso acciones en detrimento propio. Estas disfunciones también son características de la psicopatía, pero es importante recordar que no todas las personas con disfunción de los lóbulos frontales son psicópatas. Los lóbulos frontales son responsables, entre otras cosas, de la planificación de la acción y de la inhibición de los impulsos, lo que es importante desde el punto de vista comentado. Cuando estas funciones están perturbadas, es fácil que se produzca un comportamiento agresivo, aunque no es la regla.

M. Steuden sostiene que la agresividad está vinculada al síndrome basofrontal, pero se necesita un factor adicional para desencadenar trastornos agresivos. Según la investigadora, se trata de sentimientos emocionales individuales y específicos que no dependen del contexto de una situación dada o que se producen con mayor facilidad en una situación determinada. Se sugiere que estos sentimientos específicos tienen su origen en el sistema emocional, el sistema límbico. El comportamiento agresivo también está relacionado con el sistema neurobioquímico del cerebro.


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Lostrastornos de los neurotransmisores provocan una mayor propensión al comportamiento agresivo. Mientras que antes se pensaba que las disfunciones de los sistemas de la norepinefrina y la dopamina tenían un impacto significativo en la agresividad, hoy en día se presta más atención a la serotonina, que se produce e interactúa en el sistema límbico, en estructuras como la amígdala, el hipotálamo y el hipocampo, y en los ganglios basales y la corteza cerebral. El sistema serotoninérgico influye en el trabajo de otros sistemas de neurotransmisores, por ejemplo el dopaminérgico, suprime la actividad de las células corticales y límbicas, lo que en efecto evita las reacciones exageradas a la información sensorial y sincroniza una respuesta de calma adecuada a la situación.

Los estudios realizados en el cerebro de ratones muy agresivos mostraron correlaciones entre la agresividad y la reducción de los niveles de este transmisor. Otros estudios que midieron la cantidad de ácido 5-hidroxiindolacético, un metabolito de la serotonina, mostraron su menor concentración en el líquido cefalorraquídeo en niños que torturan animales, en personas suicidas, en personas impulsivas, en personas que no pueden evaluar las consecuencias de su comportamiento y en personas agresivas que reinciden tras salir de prisión. El comportamiento agresivo, no siempre violento, está asociado a una amplia gama de factores.

Lasegunda parte de este artículo abordará las cuestiones relacionadas con las víctimas de agresiones.